SÍNDROME FIBROMIÁLGICO: SÍNTOMAS Y DIAGNÓSTICO. Por Dr. D. José Alfredo Ojeda Gil y Dr. D. Juan Pedro Lapuente Fernández1
INTRODUCCIÓN
El médico evaluador se encuentra, cada vez con más frecuencia, con un mayor número de pacientes fibromiálgicos que solicitan una valoración. Lo difícil es que primero hay que confirmar el diagnóstico fibromiálgico; diagnóstico que basamos en los datos clínicos y en la exclusión de otras patologías. El Dr. Lapuente Fernández ha logrado modificar algunos de los aparatos empleados en la búsqueda de las alteraciones bioeléctricas a nivel celular (fabricados los prototipos) y se ha realizado el Proyecto Fibros con el que los autores consideran que se puede objetivar el Síndrome Fibromiálgico.
SÍNDROME FIBROMIÁLGICO
Es una enfermedad crónica que ocasiona a quien la padece dolor músculoesquelético en múltiples localizaciones del cuerpo en ausencia de alteraciones articulares, y un cansancio generalizado. Además de estas manifestaciones, el Síndrome Fibromiálgico incluye unas alteraciones psicológicas, como ansiedad, depresión y sueño de mala calidad.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Gowers (1904), describe un proceso doloroso que afecta a los septos musculares llamándolo “síndrome fibrosítico”. Estudios posteriores en 1930, se analizan anatomopatológicamente nódulos fibrosíticos que llevaron a Hanah a escribir “algunos autores hablan de los nódulos de la fribrositis, los cuales para otros, solo son accesibles al dedo de la fe”. Se van sucediendo los estudios clínicos e intentando encontrar la etiología de la enfermedad y debido a ello, en los años 80 se le cataloga como “neuromiastenia post infecciosa esporádica”, “encefalomielitis miálgica”, “síndrome de mononucleosis crónica”.
Durante los años 1987-1988, aparecen una serie de cuadros que son catalogados de “síndrome de fatiga crónica” y la mayoría de los autores asocian las dos entidades como una sola: “fibromialgia y/o síndrome de fatiga crónica”.
En 1989, la OMS, en el epígrafe M79.0, la considera como enfermedad reumatológica y en 1990 el American College of Rheumatology, señala los condicionantes para ser diagnosticada: Dolor de duración mayor de tres meses, generalizado y con 18 “puntos gatillo” de los que como mínimo, tienen que haber positivos 11.
FRECUENCIA
La prevalencia de la Fibromialgia a nivel internacional varía de forma significativa de un país a otro: en Suecia, por ejemplo, se informa de una prevalencia de un 1%, y en Noruega de un 10,5%, siendo la edad media de aparición de cuerdo con el American College of Rheumatology (ACR) de 49 años. Los resultados de dos estudios realizados muestran una distribución por sexo de un 92,7% de mujeres respecto al 7,3% de varones, y el tiempo de tratamiento de los pacientes en la atención especializada es de 141 meses de media.
En nuestro país, la Sociedad Española de Reumatología, ha publicado recientemente los resultados de una investigación sobre la prevalencia e impacto de la fibromialgia (EPISER 2000), en la cual, se estima la prevalencia de la Fibromialgia en un 2,37 %, con una relación mujer-hombre 84% de una edad media entre los 40 a los 49 años. También ha sido descrito en niños y ancianos.
Se ha descrito una media de padecimiento del dolor de entre 6 y 12 años al momento del diagnóstico, ya que estos pacientes han padecido peregrinajes a lo largo
de diversos especialistas médicos, medicaciones variadas y terapias alternativas de las más diversas.
Últimamente la incidencia de esta enfermedad parece estar en vertiginoso aumento, nosotros consideramos que la ausencia del uso de protocolos estandarizados sumado al desconocimiento que se tiene acerca de esta afección y a las presiones sociales, fuerzan un sobrediagnóstico y el correspondiente descrédito de la enfermedad fibromiálgica.
ETIOLOGÍA.
Su etiología no es conocida, se han descrito casos que comienzan después de una infección bacteriana o vírica, o un trauma ya sea físico o psíquico, así como en aquellos sujetos en los que otra enfermedad conocida limita la calidad de vida del enfermo (artritis reumatoide, lupus, radiculopatías, inmunodeficiencias, etc).
Estos agentes desencadenantes no parecen causar la enfermedad, sino que lo que probablemente hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía en la regulación de su capacidad de respuesta a determinados estímulos. Se han detectado un marcado disbalance del Sistema Nervioso autónomo, comprobándose por estudios comparativos controlados de estimulación y bloqueo autonómico un predominio del tono basal simpático en estos pacientes. Existe evidencia de alteraciones del eje hipotalamo-hipofiso- suprarrenal, alteraciones de la inmunidad, y valores alterados de neurotransmisores como sustancia P, 5HT- Serotonina (5-hidroxi-triptamina)-, NA, TRH; entre otros, con aumento del primero y disminución de los últimos. Asimismo, es habitual hallar alteraciones polisomnográficas del estadio 4 (no REM) del sueño de ondas lentas, por intromisión de ondas alfa. Si bien esto tampoco es exclusivo de la fibromialgia.
SÍNTOMAS CLÍNICOS.
El síntoma más importante es el DOLOR. Dolor difuso que afecta a todo el sistema musculoesquelético. Puede ser descrito por el enfermo como quemazón, molestia o desazón. Puede comenzar de forma generalizada o en un área determinada como cuello, hombro, región lumbar.
Además del dolor, puede aparecer una RIGIDEZ, sobre todo al levantarse por la mañana, y una sensación de hinchazón mal delimitada en manos y pies.
Otra manifestación característica es el CANSANCIO, que se mantiene durante todo el día. Los enfermos tienen mala tolerancia al esfuerzo físico, cualquier ejercicio de intensidad poco corriente produce dolor y agotamiento, lo que hace que se evite. La consecuencia es que cada vez se hacen menos esfuerzos, la masa muscular se empobrece y el nivel de tolerancia al ejercicio desciende aún más.
El 70-80% de los pacientes presentan un SUEÑO de mala calidad. En el estudio EEG, se observan en la fase de sueño profundo unas ondas similares a las que mantienen actividad de alerta en el cerebro, es decir el paciente se duerme sin problemas pero su sueño a nivel profundo se ve interrumpido, el dolor empeora los días en que duermen mal.
Las personas que padecen fibromialgia, presentan con mayor frecuencia que las sanas ANSIEDAD Y DEPRESIÓN (los autores están de acuerdo en que los cuadros distímicos se producen antes del cuadro doloroso o junto con el dolor, y en algunos casos, se presenta a los pocos días de haberse iniciado el periodo álgico), así como JAQUECAS, COLON IRRITABLE, DOLORES EN LA MENSTRUACIÓN, TRASTORNOS DE CIRCULACIÓN EN MANOS Y PIES Y ALTERACIÓN DE LA MEMORIA O COGNITIVAS.
DIAGNÓSTICO.
El diagnóstico se hace en base a las molestias que se han señalado previamente y a los datos que el médico encuentra en la exploración. Se valoran: A..- Cuadro doloroso de larga evolución (mas de 12 meses) y existencia de los puntos dolorosos específicos, “Tender Points” (18 en total, American College of Rheumatology; y según nuestra estadística, 22):
C.- Las pruebas de laboratorio y el diagnóstico por imagen suelen ser normales, y sirven fundamentalmente para descartar otras patologías.
D.- Existencia de antecedentes de alteraciones del sueño, alteraciones psíquicas o utilización de medicación antidepresiva.
E.- Valoración funcional de la columna vertebral mediante pruebas isocinéticas, que dan como resultado unas curvas no consistentes, ya que hay discordancia entre la fuerza en las distintas fases y alteraciones en la valoración angular.
F.- Exploración Termográfica para objetivar las zonas dolorosas.
Concluimos que lo más importante es hacer el diagnóstico de fibromiálgico, y a pesar de obtener una serie de pruebas clínicas, encontrábamos a faltar datos objetivos que nos permitiera diagnosticar que el paciente padece fibromialgia. Pero siempre nos enfrentamos al mismo problema: ¿Estamos consultando, tratando y valorando a un paciente fibromiálgico?, o ¿Se trata de un paciente afecto de cuadros patológicos de gran similitud al fibromiálgico pero que no se pueden valorar como tal?. El Dr. Lapuente Fernández, con el que se ha tratado este tema en varias ocasiones, me propuso realizar un estudio con diferentes pacientes para poder encontrar pruebas objetivas, y se inició el Proyecto Fibros que, después de más de dos años de estudio se logró valorar y demostrar en relación a 100 casos (comparados con otras de patologías diferentes, o pacientes sanos), que el paciente fibromiálgico presentaba unas alteraciones significativas en comparación con los otros grupos de enfermos. Se realiza un estudio basado en: - HRV y bioenergética. - Medición por impedanciometría multifrecuencial de 3 puntos de FM y un punto de control. - Medición de los 18 puntos (+2) de FM por absorciometría. - Análisis morfológico de los hematíes por microscopia de contraste de fases y campo oscuro. - Análisis del hemograma completo (saturación de O2 de la hemoglobina y sanguínea por pulsioximetría). - Análisis del stress oxidativo. - Análisis de parámetros del estado funcional muscular (creatinina, lactato, ATP...).
Y se llega a las siguientes conclusiones: - Existe una hiperactividad simpática en el paciente fibromiálgico. - Los Tenders Points fibromiálgicos son puntos de alta resistencia eléctrica y baja capacitancia celular, comparativamente con otros puntos dolorosos o en una paciente normal. - Existe una pobre oxigenación celular, según lo observado en frotis sanguíneo y pulsioximetría.
Estos datos que podemos objetivar, y la clínica descrita, nos permitirá hacer un diagnóstico del paciente fibromiálgico.
Según nuestra experiencia, tenemos que indicar que el diagnóstico psiquiátrico es muy importante. Estamos convencidos que siempre existe una interrelación entre fibromialgia y las alteraciones distímicas que presenta el enfermo. Por ello, creemos necesario, por el gran interés que representa, el poder introducirnos en los conceptos y valoración de los estados somatomorfos, de la mano de los grandes especialistas nacionales e internacionales, conocedores de la citada patología.
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CONFERENCIAS Y JORNADAS
Ojeda Gil, J. A. y Lapuente Fernández, J. P.: Actualidad Sobre el Diagnóstico, Síntomas y Tratamiento de la Fibromialgia. Colegio Oficial de Médicos de Las Palmas. 01 de Octubre de 2004.
Ojeda Gil, J. A. y Lapuente Fernández, J. P.: Síndrome Fibromiálgico. Síntomas y Diagnóstico. Comunicación en las VI Jornadas Internacionales de Actualización en Salud Mental, Manifestaciones Corporales de los Trastornos Mentales. Sociedad Canaria para el Fomento de la Investigación en Salud Mental, Hospital Dr. Negrín, 25 de Noviembre de 2004. 1 (1) Dr. D. José A. Ojeda Gil, Profesor de la Facultad de Medicina de Barcelona, Profesor de Tecnología Sanitaria, Presidente de la Asociación Canaria de Valoración del Daño Corporal. Director y Coordinador del Centro de Traumatología Teldense. Dr. D. Juan Pedro Lapuente Fernández, Profesor Universidad de Gerona, Director Médico del Centro Médico Correctivo de Sabadell, Barcelona. Responsable de la Unidad de Enfermedades Minoritarias del Centro de Traumatología Teldense.
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